En otras ocasiones ya hemos usado la metáfora del taburete, que viene a decir que si la enseñanza y el aprendizaje son la base de esos procesos que se dan dentro (y fuera) del aula y que permiten al individuo adquirir unas competencias de las que antes carecía, la evaluación es la tercera columna, la pata que siempre cojea porque nunca le prestamos suficiente atención o sencillamente porque no tenemos herramientas adecuadas para fijarla en el suelo.
¿En qué pensamos cuando se habla de evaluación? En exámenes, certificaciones, notas, baremos, todos términos con un fuerte carga negativa. Sin embargo, sabemos desde hace tiempo que evaluar es otra cosa. O más bien es muchas otras cosas. Evaluamos para ajustar nuestros procedimientos, para obtener un buen punto de partida, para asegurarnos que se cumplen unos objetivos. Resumiento, evaluamos para ser eficaces tanto en la enseñanza como en el aprendizaje y lo hacemos de muchas maneras diferentes.
Como no podía ser menos, la cuestión se traslada también al aprendizaje digital. ¿Cómo evaluamos en el elearning? ¿y en la enseñanza mediante tareas 2.0? Buscando información sobre esta problemática y siguiendo el consejo de Victoria Castrillejo, di con un estupendo artículo de Elena Barberá, profesora de la UOC y una de las mejores conocedoras de nuestro país en lo que se refiere a construcción del conocimiento e interacción educativa en elearning. Este trabajo, Aportaciones de la tecnología a la e-Evaluación [PDF], que apareció ya hace dos años en la revista RED de la Universidad de Murcia, nos da un panorama muy completo de lo que está pasando con la evaluación en contextos digitales y llega a conclusiones muy interesantes, no sólo para profesionales de este tipo de educación, sino también para todos aquellos que se preocupan por los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Lo que más me ha interesado de este artículo ha sido el énfasis en la evaluación colaborativa y la dicotomía que la autora establece entre participación e interacción (las negritas son mías):
La interacción sería lo que constituye un cambio para ir a cotas cognitivas y sociales más complejas mientras que participar supone simplemente intervenir en un espacio virtual no favoreciendo una influecia dirigida a un cambio cognitivo o provocando una reacción virtual conjunta y compartida.Etiquetas: e-evaluación, elearning, evaluación, tareas 2.0 12 comentarios •