Evaluación, e-Evaluación y la pata coja del taburete

En otras ocasiones ya hemos usado la metáfora del taburete, que viene a decir que si la enseñanza y el aprendizaje son la base de esos procesos que se dan dentro (y fuera) del aula y que permiten al individuo adquirir unas competencias de las que antes carecía, la evaluación es la tercera columna, la pata que siempre cojea porque nunca le prestamos suficiente atención o sencillamente porque no tenemos herramientas adecuadas para fijarla en el suelo.

¿En qué pensamos cuando se habla de evaluación? En exámenes, certificaciones, notas, baremos, todos términos con un fuerte carga negativa. Sin embargo, sabemos desde hace tiempo que evaluar es otra cosa. O más bien es muchas otras cosas. Evaluamos para ajustar nuestros procedimientos, para obtener un buen punto de partida, para asegurarnos que se cumplen unos objetivos. Resumiento, evaluamos para ser eficaces tanto en la enseñanza como en el aprendizaje y lo hacemos de muchas maneras diferentes.

Como no podía ser menos, la cuestión se traslada también al aprendizaje digital. ¿Cómo evaluamos en el elearning? ¿y en la enseñanza mediante tareas 2.0? Buscando información sobre esta problemática y siguiendo el consejo de Victoria Castrillejo, di con un estupendo artículo de Elena Barberá, profesora de la UOC y una de las mejores conocedoras de nuestro país en lo que se refiere a construcción del conocimiento e interacción educativa en elearning. Este trabajo, Aportaciones de la tecnología a la e-Evaluación [PDF], que apareció ya hace dos años en la revista RED de la Universidad de Murcia, nos da un panorama muy completo de lo que está pasando con la evaluación en contextos digitales y llega a conclusiones muy interesantes, no sólo para profesionales de este tipo de educación, sino también para todos aquellos que se preocupan por los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Lo que más me ha interesado de este artículo ha sido el énfasis en la evaluación colaborativa y la dicotomía que la autora establece entre participación e interacción (las negritas son mías):

La interacción sería lo que constituye un cambio para ir a cotas cognitivas y sociales más complejas mientras que participar supone simplemente intervenir en un espacio virtual no favoreciendo una influecia dirigida a un cambio cognitivo o provocando una reacción virtual conjunta y compartida.

12 comentarios:

Emilio Quintana Pareja dijo...

La mejor evaluación es la que no existe. Vaya tomaduras de pelo. Lo que se evalúa, se devalúa.

Francisco Herrera dijo...

Lo que estás diciendo, Emilio, es que es mejor conducir con los ojos vendados.

Emilio Quintana Pareja dijo...

Lo que estoy diciendo es que los GPS existen hace mucho tiempo, y que el objetivo del viaje es disfrutarlo sin que nadie te diga en qué consiste eso.

La evaluación mata la motivación. Todo lo que se evalúa termina costreñido por un impulso teleológico que solo puede llevar al crimen, sea del tipo que sea.

Francisco Herrera dijo...

El GPS no te lleva a ninguna parte si tú no has decidido antes a dónde quieres ir, incluso aunque la idea sea sólo conducir por conducir. El caso es que esto se está convirtiendo en un anuncio de coches.

¿Será que en realidad no estamos hablando de lo mismo? Evaluación no es sólo certificación, es simplemente el acto de comprobar que estás llegando a donde querías llegar (o no). Evaluar es mirar el GPS y el mapa y la guía Campsa si hace falta.

Por cierto, el final del comentario anterior debería estar firmado por el mismísimo Rodion Romanovich Raskólnikov.

Emilio Quintana Pareja dijo...

La evaluación no solo es un crimen sino un atentado contra la libertad humana, esa que nos lleva a la responsabilidad frente a nosotros mismos y no frente a los demás. La ausencia de evaluación proporciona libertad, y si hay libertad hay creación e innovación. Cuando una persona no se siente evaluada, piensa más libremente.

¿El acto de comprobar que estás llegando a donde querías llegar (o no)? Desde luego con tus parámetros (que son los más usuales, por otra parte) a Cristóbal Colón le habrían retirado la subvención de la Junta por no pasar la evaluación. El aprendizaje consiste en querer ir a las Indias y descubrir América, y eso no hay quien lo evalúe. Si Colón hubiera estado preocupado por la evaluación, se habría quedado en Palos rellenando un portfolio.

Francisco Herrera dijo...

Palos son los que te voy a dar yo a ti. Está muy bien ese tonito sarcástico del portfolio colombino, pero te recuerdo que lo que tú mismo estás haciendo en este momento es evaluar mi post, mis comentarios y tu propia opinión.

Y no me tires de la lengua con lo de la Junta, que me conozco.

Ismael Peña-López dijo...

Señores, por favor, escojan: espada o pistola.

Creo que no estáis hablando de lo mismo.

Como estudiante, yo mismo (no un tercero, sino yo mismo) puedo estar interesado, muy interesado, en evaluar mi propio aprendizaje.

Por supuesto, puedo no estar interesado en hacer examen alguno ni nada que remotamente se le parezca. Puede ser algo tan prosaico e informal como soltarme en Palos o La Española para ver qué tal ando con mi ELE, o algo tan arcaico y arcano como un examen de diez horas.

Sobre si tiene que ser 2.0, 3.0 o pi cuadrado, ahí ya no entro (al menos, no ahora).

Emilio Quintana Pareja dijo...

Espada, por supuesto.

Ismael, lo del estudiante que quiere ser evaluado es muy normal. Lo explican muy bien Los Punsetes en esta cancioncilla.

lo que el estudiante tiene que saber es que la evaluación es como la prosa del burgués gentilhombre:

"—Filósofo: ¿Y son versos los que queréis escribirle?
—M. Jourdain: No, no; nada de versos.
—F:¿Preferís la prosa?
—J:No. No quiero ni verso ni prosa.
—F:¡Pues una cosa u otra ha de ser!
—J:¿Por qué?
—F:Por la sencilla razón, señor mío, de que no hay más que dos maneras de expresarse: en prosa o en verso.
—J:¿Conque no hay más que prosa o verso?
—F:Nada más. Y todo lo que no está en prosa está en verso; y todo lo que no está en verso, está en prosa.
—J:Y cuando uno habla, ¿en qué habla?
—F:En prosa.
—J:¡Cómo! Cuando yo le digo a Nicolasa: "Tráeme las zapatillas" o "dame el gorro de dormir", ¿hablo en prosa?
—F:Sí, señor.
—J:¡Por vida de Dios! ¡Más de cuarenta años que hablo en prosa sin saberlo! No sé cómo pagaros esta lección."

Ismael Peña-López dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ismael Peña-López dijo...

Emilio, para ser edupop te veo bastante punk :D

(por la letra, claro, no por la música)

Emilio Quintana Pareja dijo...

Jeje, ¿te imaginas poniendo esa canción antes de empezar la prueba oral del DELE?

Por cierto, ya te dije que me encanta tu vaso. A ver si me hago una foto como la tuya, con el café. Has creado un estilo, tío.

Oye, y a ver si me enseñas cómo hacer que funcione el bibciter.

Ismael Peña-López dijo...

¿Bibciter? ¡Qué grande! XD

Escríbeme y lo hablamos.