El mayor objetivo del profesor en clase es que se consiga la mayor productividad, que se obtenga una comunicación real y se haga un uso de la lengua con sentido. A veces esto se ve frustrado por algunos estudiantes. Hay quien hace un uso de la lengua básicamente estructural y se limita a buscar un sujeto y un verbo a conjugar, sin atender al vocabulario, el género, la persona, el contexto... Esto lleva a errores. En muchas ocasiones éste es rechazado y visto como algo negativo. Tanto que, a veces, el error ha conseguido sacar alguna que otra légrima. Por otro lado, nos encontramos con el estudiante que tiene una actitud positiva ante la lengua. Aquel que hace una organización funcional-estructural en su sistema de aprendizaje. Es el estudiante que recibe positivamente el error, que lo analiza e incluso encuentra en él la clave para deducir la forma correcta. Este es el estudiante que pretendemos potenciar, el comunicador más eficaz. Todo un reto que a veces es fácil de conseguir, ya que la persona es receptiva, y otras no tanto.
Daniel Sánchez
•
0 comentarios:
Publicar un comentario