Ayer mismo, sin ir más lejos, me sorprendió gratamente un estudiante de clases privadas. Resulta gracioso hacia dónde nos conduce un primer contacto profesor-alumno. A veces estás escuchando al estudiante y realmente estás flipando, porque de pronto el profesor de español se ha convertido en un confidente, un psicólogo o un amigo. En algunos momentos incluso tienes la sensación de que eres el mejor de todos. Te encuentras sentado enfrente del estudiante. Tienes delante un hombre de unos cuarenta años y con una profesión bastante remunerada. De pronto comienza a hablar y te cuenta sobre su novia, su exnovia, los problemas con esta, con la familia de esta y con su propia familia. Todo esto me lleva a pensar la importancia que tiene una sonrisa en el momento preciso. La importancia en clase de una buena empatía entre profesor y alumno. Todo ello desbloquea al estudiante, le da fluidez psíquica, física... ¡y no veas los resultados que se obtienen! Pues, nada, a ser colegas ¡y viva la empatía! Je, je.
Daniel Sánchez
Empatía en clase
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario